Buscar este blog

martes, 30 de abril de 2019

Pintor / Díaz Caneja




Juan Manuel Díaz Caneja, 1925 (ca). El farol
Témple sobre papel, 14,5 x 19, 2 cm. 
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.


Memoria de mis amigos Artista.

 Hoy recordaré al gran pintor Díaz Caneja. 
(Palencia, 1905-Madrid, 1988)

El extraordinario pintor Juan Manuel Díaz Caneja, comenzó sus estudios artísticos preparándose para cursar arquitectura. Asistió a clases de dibujo impartidas por el reconocido artista Daniel Vázquez Díaz. Con el maestro descubre su vocación de pintor, siendo esta actividad a lo que dedicará su vida. En Madrid se instaló en la prestigiosa Residencia de Estudiantes. 

En aquel tiempo los artistas jóvenes solían viajar a la vanguardista y fascinante ciudad de París, entre ellos Díaz Caneja, que arribó a la capital del Sena en 1929. Allí conocerá y se impregnará del cubismo de Picasso, Gris, Braque, Léger. De regreso a España se traslada a Zaragoza, Su padre, el prestigioso jurista y escritor Juan Díaz-Caneja Candanedo, es nombrado Gobernador Civil de la ciudad, y es aquí donde se reencuentra con su amigo el pintor surrealista José Luis González Bernal (1908-1939), y conoce al artista Manuel Corrales (1910-1985). Con ellos compartirá estudio mientras permanece en la capital del Ebro. Su estancia coincide con un período de esplendor cultural en la ciudad, sin olvidarnos de sus famosos cafés, teatros, cines, cabarets... Juan Manuel Díaz Caneja, se relacionará con artistas y eruditos, entre ellos Ángel Díaz Domínguez, Rafael Sánchez Ventura, Julián Vizcaíno, Gil Bel, Fernando García Mercadal, Marín Bagües y con el oscense Ramón Acín. Su estancia en Zaragoza siempre estuvo en su corazón, unida al recuerdo de su amigo pintor y poeta González Bernal, fallecido a los 31 años de tuberculosis pulmonar en la población francesa de La Malmaison.

De vuelta a Madrid publicó en 1931, junto con Herrera Petere, una revista de carácter anarquista, surrealista y dadaísta, con el curioso y provocador nombre de En España ya todo está preparado para que se enamoren los sacerdotes. En 1937 se afilió al partido comunista al conocer a su compañera inseparable Isabel Fernández Almansa. Participará en la anteriormente citada Escuela de Vallecas, en la que colaboraron los poetas Gil Bel, Federico García Lorca y Rafael Alberti junto con los artistas señalados anteriormente. En 1948 fue recluido en los penales de Carabanchel y Ocaña hasta 1951. Curiosamente, la dictadura franquista que le llevó a la cárcel, le concede en 1958 el Premio Nacional de Pintura y, en 1962, la primera medalla de la exposición Nacional de Bellas Artes. Su pintura, su persona y su bella mujer, me fascinaron hace años, cuando los conocí en Madrid en mi exposición individual en la galería Ovidio en 1978, donde la pareja acudió a mi inauguración, hablamos de Zaragoza y de Manuel Pérez-Lizano, estudioso de su amigo González Bernal, su compañero de vivencias de juventud en París y en Zaragoza.

La sala Luzán, organizó una exposición individual del pintor en Zaragoza. Se inauguró el 27 de enero de 1983. Díaz Caneja, le pidió al director de la sala de exposiciones, si me podía localizar, ante su asombro— Fui a reencontrarme con la pareja al hotel donde estaban alojados. El maestro me pidió que estuviera con ellos en la inauguración, todo un detalle por su parte. Fue un placer acompañarlos en su excelente muestra de pinturas. Al día siguiente ejercí de anfitrión en la ciudad que él vivió, capital a la que no había regresado desde hacia años. 

Sus paisajes pintados, están llenos de poesía, de sobrios colores, con gran plasticidad rozando la abstracción lirica. Díaz Caneja, fue un hombre bueno, que pagó un alto precio por su pensamiento de izquierdas, en la sociedad franquista del nacionalcatolicismo. Artista coherente, honesto, sabio, humilde, silencioso, educado, siempre junto a su amada Isabel. Sus vidas estuvieron llenas de dificultades, su reconocimiento llegó tarde, como casi siempre sucede en este país. A su muerte, su viuda Isabel Fernández Almansa, custodió las obras del artista, pinturas, dibujos, junto con los poemas inéditos. Ella fue tremendamente generosa al donar 119 pinturas de casi todos sus periodos, para la creación de la Fundación Díaz Caneja en Palencia. Fue inaugurado el nuevo edificio que alberga sus obras el 24 de junio de 1995, en el séptimo aniversario de la muerte del artista.

Os dejo estas preciosas pinturas, de uno de los grandes artistas españoles del siglo XX del que tuve el placer de contar con su amistad.

Zaragoza, 30 de abril de 2019.


Publicado en 2017. Rallo, Paco: «Artistas y sus vínculos con Aragón», 
en la revista Aragón Turístico y Monumentaldel SIPA, (Zaragoza)
número 383 - año 92 (diciembre, 2017). pp. 35-43.



Juan Manuel Díaz Caneja, 1934 (ca). Sin título. 
Grafito sobre papel, 21,5 x 15, 4 cm. 
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.



Juan Manuel Díaz Caneja, 1949 (ca). Barquillero
Óleo sobre Tabla, 80 x 60 cm. Colección privada.



Juan Manuel Díaz Caneja, 1971. Bodegón con porrón
Óleo sobre táblex, 55 x 46 cm. 
Fundación Díaz Caneja, Palencia.




Juan Manuel Díaz Caneja, 1973. Paisaje
Óleo sobre lienzo, 46 x 55 cm. 
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.



Juan Manuel Díaz Caneja, 1983. Árbol. Pintura. 
Colección privada.

miércoles, 10 de abril de 2019

Fluxus / Wolf Vostell


Libro: Vostell Automobile, 2000.


Memoria de mis amigos Artista.

 Hoy recordaré al gran artista alemán del grupo FluxusWolf Vostell.
 (Leverkusen 1932- Berlín, 1998).

Fui al Museo Pablo Gargallo de Zaragoza por motivos de trabajo. Había quedado con su director Pablo J. Rico, era junio de 1990. Tuve que aguardar porque estaba con una visita inesperada. Sin embargo Pablo me invitó a entrar y me presentó a Vostell y a su mujer Mercedes Guardado— Vostell fue, junto a Maciunas, uno de los fundadores del grupo Fluxus, yo había seguido su trabajo y admirado desde la época del grupo Forma, por sus De-collagesHappening, videoarte, instalaciones y muchas otras cosas más.

Wolf no pasaba desapercibido: hombre alto y fuerte, con traje negro, camisa blanca, gafas redondas, trenzas judías y sombrero Purim StreimelNos fuimos los cuatro a callejear por el centro de Zaragoza de vinos y tapas, en definitiva a celebrar la vida entre amigos. En mis recuerdos guardo sus palabras sobre su serie de Emborronados y Emplomados dedicada a la ciudad de Calatayud, ciudad que le fascinó, y en la que reconoció sus pasado sefardí, viniendo de Madrid tras una tormenta. 

Este importante artista hispano-alemán falleció en 1998 en Berlín, pero por deseo propio esta enterrado en el cementerio civil de Madrid.  

En el verano de 2000, Pablo J. Rico me encargó el diseño del libro Vostell Automobile. Como director de la edición, contaba con la confianza de la familia VostellParticiparon varios especialistas y se publicó en tapa dura en edición bilingüe ingles y alemán, con un corpus a color de 352 páginas, todas relacionadas con la obra de Wolf y los automóviles. Es una de las ediciones más bellas que he realizado. Trabajé muy duro, codo con codo con Pablo J. Rico y con la complicidad de David González, de Madrid. 

Este precioso libro Vostell Automobilefue nominado en 2001 a los Premios Nacionales por la Asociación Española de Profesionales de Diseño (AEPD) y expuesto, junto a otros trabajos nominados en el Circulo de Bellas Artes de Madrid. 

Con Pablo viajé a Berlín, donde nos entrevistamos en la Galería Fine Art Rafael Vostell (hijo) y con la prestigiosa editorial alemana Ernst Wasmuth Verlag. Fueron horas de duras negociaciones.

De Berlín, me fascinó el Este, sus antiguos edificios y fabricas en ladrillo y sus actualizados usos, fundamentalmente los espacios dedicados a la música tecno, restaurantes y galerías de arte especializadas en todo, incluso en proyectos y maquetas de grandes arquitectos del mundo; su frenética actividad cultural tanto de día como de noche. Tengo un especial recuerdo de la visita al maravilloso Museo de Pérgamo. 

También me tocó viajar a Malpartida de Cáceres donde me entrevisté en la casa de los Vostell-Guardado, con su viuda Mercedes y visité uno de los parajes más bellos que conozco: Los Barruecos, un magnífico sitio declarado Monumento Natural, donde se conjuga la belleza de la roca granítica y el agua de una presa con un rico ecosistema de flora y fauna. Es donde se encuentra el Museo Vostell Malpartida, fundado por el artista en 1976, una parte del Museo se abrió en 1994 y en su totalidad en 1998. Hacía tres meses que había muerto Wolf. 

José Antonio Agúndez, director del centro me enseño todas las instalaciones musealizadas, porque anteriormente había sido un importante lavadero de lana durante los siglos XVII y XIX. Este magnifico espacio contiene importantes obras de Vostell y una de las importante colección Fluxus, donada por galerista y coleccionista italiano Gino di Maggio.

Os dejo estas preciosas obras, de uno de los grandes artistas del siglo XX del que tuve el placer de conocer y a su familia.

Zaragoza, 10 de abril de 2019.



Wolf Vostell, 1987. Cadillacs in Form der nackten liegenden Maja
Berlin-Grunewald, Rathenauplatz.



Wolf Vostell
Obra permanente en Museo Vostell Malpartida-Cáceres.



Wolf Vostell
Obra permanente en Museo Vostell Malpartida-Cáceres.



Wolf Vostell
Obra permanente en Museo Vostell Malpartida-Cáceres.

jueves, 4 de abril de 2019

Pintor / Grabador. Pepe Ortega


Pepe Ortega, 1959. Pan, tierra y libertad. Estampa popular de Madrid. 
Xilografía sobre papel. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.


Memoria de mis amigos Artista.

Hoy recordaré al gran pintor y grabador Pepe Ortega.
(Arroba de los Montes, Ciudad Real, 1921 - París, 1990)

Representante del Realismos Social, fundador del conocido grupo “La Estampa Popular”.
Su militancia en el Partido Comunista le llevó a la cárcel y al exilio, vivió entre Roma y París. Regresó a España en 1977.  

En agosto de 1973 me encontraba disfrutando de una beca que me había concedido el gobierno italiano en la ciudad de Rímini. En esta ciudad del Adriático, visité una de las más importantes exposiciones de arte africano que he visto. Las salas eran negras y las obras se situaban en vitrinas de cristal perfectamente iluminadas, creándose un ambiente mágico y un dialogo personal con las obras. A la salida había un libro de impresiones, donde dejé un comentario. El siguiente en escribir fue Pepe Ortega. Al ver que había escrito en español, me abordó invitándome a tomar un vermut Carpano. 

Pepe quería que le hablara de España de sus situación social, política y cultural, y especialmente qué opinaba yo como joven artista. Fue un vermut largo, con comida y con licor de grapa incluida. Quedamos emplazados para vernos en otoño en París. Cuando llegué a su casa parisina, me impresionó que todo el ambiente respiraba su amada España, lleno de objetos de nuestra cultura popular y de obras de otros artistas muy conocidos. Entre ellos recuerdo un precioso grabado de su amigo Picasso. Comimos y hablamos hasta la noche. Me habló y enseño sus magnificas pinturas y grabados, y cuando me marchaba, me regaló un libro suyo con dedicatoria y dibujo incluido a lápiz, que guardo con gran cariño. 

Nos vimos la última vez en su exposición en la sala Luzan de Zaragoza en 1987, donde volvimos a celebrar la vida perdiéndonos en la noche.

Os dejo estos preciosos grabados, de uno de los grandes artistas españoles del siglo XX del que tuve el placer de contar con su amistad.

Zaragoza, 3 de abril de 2019.



Pepe Ortega, 1966. Cara.
Litografía sobre papelColección privada.


Pepe Ortega, 1970. Composición
Linograbado sobre papel. Colección privada.


Pepe Ortega, 1970. El Hambre
Aguafuerte sobre papel de la serie de los Segadores. 
Colección privada. 


Pepe Ortega, 1971. Retrato místico
Aguafuerte sobre papel. Colección privada.