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viernes, 19 de julio de 2019

Glosa sobre Paco Rallo. Premios búho 2019



Entrega de los XXVII PREMIOS BÚHO 2019
Andrés Ortiz Osés, profesor, filósofo, escritor y poeta en homenaje y reconocimiento a toda una vida dedicada a la Razón y la Filosofía y su "insigne aportación a la Aforística universal".
Carlos Saura Atarés, cineasta, escritor y fotógrafo premiado por la mejor edición en 2018 por el libro "El Aragón de Saura", editado por el Gobierno de Aragón y Prensas Universitarias. Saura no pudo asistir a la ceremonia de entrega, así que recogieron el premio en su nombre el cineasta Luis Alegre y el bailarín Miguel Ángel Berna.
Miguel Ángel Yusta Pérez, poeta, musicólogo y activista cultural, reconocido por su obra profesional, en especial la dedicada a la copla, y por su apoyo entusiasta a la difusión de los poetas aragoneses. 
Francisco Rallo Gómez, artista visual, diseñador e ilustrador de libros galardonado por su labor de diseño editorial desde hace 40 años, compartida con una prestigiosa carrera artística.
Chusé Raúl Usón Serrano, responsable de la editorial Xordica, se reconocen los 25 años de actividad editorial y su gran contribución a las letras y autores aragoneses.
Biblioteca Municipal de la Almolda (Zaragoza),el galardón premia su ilusionante actividad social y cultural entre los habitantes de la zona de Monegros, llena de sensibilidad y eficacia en la promoción de la lectura.


Fernando Gracia, Paco Rallo y Romana Erice


Glosa sobre Paco Rallo para los premios búho año 2019
Fernando Gracia    

Nuestro hombre nació rodeado de arte. Le podemos imaginar revoloteando por el estudio que su padre, también Paco Rallo, tenía en la calle Madre Sacramento. Su progenitor trabajó mucho, dejó mucha obra para la posteridad. Los zaragozanos conocemos bien su nombre porque una de ellas, los leones que presiden el Puente de Piedra, lleva su firma.

Y todos sabemos lo que representa el león de nuestro escudo. Incluso, exagerando, se podría decir que solo con haber firmado ese trabajo ya tendría un lugar de honor en la historia de nuestra ciudad. El hombre dejó su última obra pública bien plantada en la plaza de San Francisco, cerca de la Universidad donde se movió la persona que reflejó en su escultura, Don Antonio Beltrán.

Pero Paco Rallo sénior hizo algo más que esculpir multitud de obras: formó a su hijo en las artes plásticas hasta que éste voló mecido por otros vientos hasta encontrar su camino en el arte, un camino que con buen criterio se dirigió hacia otras facetas, posiblemente pensando que no sería fácil mejorar la labor de su padre con el cincel. Paco joven se graduó en la Escuela de Arte de Zaragoza y volcó sus primeros afanes rompedores siendo uno de los artistas del grupo Forma. Cortés, Marteles y Simón eran sus compañeros. Por cierto que hace no muchas fechas pudimos contemplar una retrospectiva de este último en el Paraninfo.

Paco experimentó en sus inicios, fue provocador junto a sus colegas, hizo arte pobre, acciones desesperadas como ellos decían, hicieron montajes en espacios inhabitables, intentaron concienciar al personal… Era joven –eran todos jóvenes– y eran tiempos de cambios.

Desde muy pronto su desempeño en el mundo del arte fue por libre. Freelance, como se dice, que suena muy fino. Y en ese deseo de abarcar muchas facetas llegó a los libros. No solo a escribirlos, sino a diseñarlos. Él data su dedicación al tema del diseño gráfico en 1975, llegando a fundar con el tiempo la empresa Futuro Espacio de Diseño y pasando luego a formar parte del prestigioso Estudio Camaleón.

Nuestra Asociación instituyó sus premios Búho para reconocer la labor no solo de autores sino de personas o entidades cuyo desempeño se mueva alrededor de ese objeto tan amado por nosotros que es el libro. Y consideramos que un buen diseño del mismo, el ingenio a la hora de presentarlo ante nuestros ojos de lector, que el producto también entre por la vista, todo ello puede alcanzar elevados niveles si detrás está la figura de un artista. Y nuestro hombre lo es.

Lo es no solo porque se criara viendo arte por todos los lados, sino porque supo formarse, practicando… y viajando. Como han hecho muchos artistas desde lejanos siglos viajó a Italia, más concretamente a Bolonia, donde había obtenido una beca. Como también le becaron el Estado español y nuestra Diputación General. El mozo valía y el tiempo les dio la razón.

Hoy puede presumir de tener obra suya en lugares tan prestigiosos como el Museo Reina Sofía, el del Diseño de Barcelona, el de la Ilustración de Valencia o bien cerca de nosotros, en Teruel o en Larrés.

Multitud de organismos, coleccionistas privados, instituciones tanto públicas como privadas coleccionan obras suyas. Ha participado en tantas exposiciones que sería prolijo enumerarlas en estas apresuradas líneas… Y sobre todo, motivo fundamental por el que queremos reconocerle con nuestro premio, ahí están los más de doscientos libros, catálogos de arte, de música, de literatura, cuyo diseño industrial ha concebido.

Libros editados por el Gobierno de Aragón, por nuestros museos, la DPZ, el Ayuntamiento, el Arzobispado, cajas de ahorro, y esa recordada colección Aragón en la que dejó su impronta en una cuarentena de títulos.

Así hasta el último que tengo detectado, una obra del prolífico Antón Castro y el fotógrafo Rafael Navarro, publicada en 2018, con el bello título de “Mujeres soñadas”. Y barriendo para casa no me resisto a reseñar la de un amigo mío y compañero de la Tertulia Perdiguer a la que ambos pertenecemos, Roberto Sánchez, editada por los del Rolde y titulada “Papeles de cine. Los carteles del festival de cine de Huesca”.

Por su contribución a hacer más hermosos los libros durante más de cuatro décadas esta Asociación Aragonesa de Amigos del libro quiere reconocer la figura de Don Francisco Rallo, Paco para los amigos, digno defensor de un apellido tan ligado a la historia de nuestra querida ciudad.




Fotografías: Teo Félix y Manuel Fernández Minaya