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lunes, 10 de abril de 2023

Pablo Picasso y sus vínculos con Aragón


Pablo Gargallo. Mascara de Picasso, 1913. 

Reproducción en bronce, 22,5 x 20,8 x 13,6 cm

Museo Pablo Gargallo-Ayuntamiento de Zaragoza

Fotografía: Pedro José Fatás Cabeza



Pablo Picasso y sus vínculos con Aragón.

(Málaga, 1881 - Mougins, 1973).


Paco Rallo. 


 

En el verano de 1898, el joven Pablo Ruiz Picasso, llegó al pueblo tarraconense de Horta de Ebro o Horta de Sant Joan, limítrofe entre Cataluña y Aragón, frente al macizo de Els Ports. Su compañero de la clase de anatomía pictórica de la escuela de La Llotja en Barcelona, el pintor Manuel Pallarés de 21 años y oriundo de Horta, convenció al joven Pablo de 16 años, a viajar desde Barcelona a su pueblo. La intención era que Picasso se recuperara de una escarlatina que había pasado unos meses antes, mientras estudiaba en la Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid. Por este motivo, tuvo que interrumpir su formación y volver a Barcelona, muy debilitado físicamente y anímicamente. 

 

Durante cerca de nueve meses se alojó en la masía Can Tafetans de los Pallarés. Esta estancia larga del joven Picasso fue fundamental en su vida como artista, como él mismo reconoció: Que aprendió a observar la vida rural y la naturaleza, a dibujarla y pintarla. También declaró: Todo cuanto sé, lo aprendí en el pueblo de Pallarés

 

La estancia en estas tierras fue fructífera y feliz para el joven artista, junto al pintor Pallarés, surgiendo entre ellos una amistad que duraría toda la vida. Sus correrías pictóricas se desarrollaron entre los ríos Estrets, Algás y Matarraña. Sabemos que el malagueño perfeccionó el catalán y aprendió a nadar, gracias a los chapuzones en los ríos para soportar el sofocante calor. También se conoce que pernoctaban en cuevas, dado que las jornadas de excursión duraban varios días; les acompañaba un gitanillo de la zona, que llevaba la mula acarreando lo imprescindible, tanto para la supervivencia, como las necesarias herramientas de pintor de los dos artistas. 

 

Dentro de estas excursiones visitaron las poblaciones aragonesas de LledóCretas, e incluso se cree que pudieron estar en Beceite y Valderrobres, atraídos por los bellos paisajes y los colores del Bajo Aragón, con sus diferentes gamas de tierras, ocres, violetas, sienas, sus preciosos cielos que van de los rosas a los azules intensos y grisáceos o el verdor de la oliveras. El joven Picasso realizó un importante número de pinturas y dibujos, captando los paisajes desde los más calurosos hasta las sierras nevadas, también núcleos urbanos y mases aislados, además de apuntes de diferentes arboles frutales y oliveras. Recoge la vida cotidiana con escenas de labranza y siega o de mujeres lavando en el río. De los tipos aragoneses se conservan en el Museo Picasso de Barcelona, apuntes de dibujo en cuadernos como son Pareja festejandoTres apuntes de tipos aragoneses y un castizo o Niño aragonés, entre otros.

 

Los distintos dibujos se encuentran repartidos por diferentes museos, en los que aparecen el interior de las tabernas que visitaba, con escenas populares de tipos aragoneses con cachirulo, guitarras y bandurrias cantando jotas en torno a una mesa con manduca y vino. En la parte catalana se repiten las mismas escenas; se diferencian solo porque los mozos llevan barretina. Estas obras son el testimonio visible de su estancia por tierras del Matarraña, junto con el cuadro de gran tamaño Costumbres aragonesas, presentado en 1899 a la exposición Nacional de Bellas Artes. Con tan solo 17 años, le fue concedida una Mención de Honor y, en el mismo año, la medalla de oro en la Exposición Provincial de Málaga. Por desgracia esta obra esta desaparecida.

 

En 1909, volverá por segunda vez al pueblo de Pallarés, partiendo desde París a Barcelona donde permanecerá unos días visitando a sus amigos. De la ciudad condal viaja a Horta en taxi, siendo en esa época un artista reconocido con una economía solvente. Le acompañó la modelo y artista parisina Fernande Olivier, su primera pareja sentimental. La estancia duró cuatro meses. Portaba cámara fotográfica, captando para el recuerdo imágenes de la zona, y llegó a  pintar cerca de setenta obras. Es en esta segunda estancia cuando se centra en desarrollar el cubismo. Pablo Picasso siempre recordó con agrado y nostalgia los días vividos en estas tierras. 

 

Conviene recordar la amistad que mantuvo con importantes artistas aragoneses, entre ellos el escultor de Maella, Pablo Gargallo (1881-1934), que realizó un precioso retrato en piedra de Picasso (h. 1913), y la obra El Joven de la margarita o El Aragonés (1927). Se piensa que Picasso posó desnudo para dicha obra. Estas dos obras en bronce se puede contemplar en Zaragoza en el Museo Pablo Gargallo. Otro importante escultor zaragozano, cuya obra admiraba Picasso, era Honorio García Condoy (1900-1953). Nos queda citar al pintor y poeta zaragozano Manuel Viola Gamón (1916-1987), que permaneció una temporada en el estudio de Picasso en París. El mismo Viola me comentó en una ocasión que el maestro era muy tacaño, que le mandaba atravesar París con pesadas piedras litográficas, cada una era un color teniendo que realizar diferentes viajes de ida y vuelta al taller del prestigioso litógrafo de Fernand Mourlot, y no le daba dinero para ir en transporte público.

 

Horta de Sant Joan no es la única localidad de la zona relacionada con el arte. Entre el Matarraña y las tierras Altas, se encuentra Calaceite, cuna del arqueólogo Juan Cabré y la ceramista Teresa Jassà. Escritores, poetas, diseñadores y artistas plásticos de diferentes procedencias geográficas, hace décadas que se reunían en esta hermosa población. Entre los personales ilustres nombraremos a: José Donoso Yáñez, Ángel Crespo y Pilar Gómez Bedate, Yves Zimmermann, Gustavo Gili, Antoní Marí, Didier Coste, Roma Valles, Fernando Navarro, Ráfols-Casamada y María Girona i Benet. 

 

Destacaré al pintor francés Christian Sorg (1941), que vive y trabaja entre París y Vézelay en la Borgoña, y en España, en Calaceite, adonde llegó 1992 con una beca de estancia concedida por la asociación Noesis, fundada en Calaceite por Didier Coste. Desde entonces pasa allí los meses calurosos del verano. Me consta, por mis conversaciones con Sorg, su fascinación por la cultura ibera y por estos paisajes abiertos llenos de vida, que le influyen en sus pinturas abstractas de grandes formatos, pero, sobre todo, en su paleta cromática

 

Horta de Sant Joan es también el pueblo donde pasa largas temporadas Mel Ramos (Sacramento, California, 1935), artista integrante del Pop Art norteamericano de los años 60. Es característica su pintura por los desnudos femeninos junto a importantes productos de gran consumo. No debemos olvidarnos de Elvira de Hidalgo, nacida en Valderrobles en 1881. Fue soprano de coloratura y maestra de canto. Su alumna más celebre fue la soprano griega Maria Callas.


Rallo, Paco: «Artistas y sus vínculos con Aragón», 

en la revista Aragón Turístico y Monumental del SIPA, (Zaragoza)

número 383 - año 92 (diciembre, 2017), pp. 35-43.

 

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