Fotografías: Jose Luis Gamboa.
Obras de Germán Díez, Paco Rallo y Pedro J. Sanz
Galería Pilar Ginés, Zaragoza
Presidente de AACA y Vicepresidente de AECA
Lo expuesto por Germán Díez se titula Sopra i tigli di fallavecchia, pues conviene recordar que desde hace un tiempo está vinculado con Milán por asuntos de arte. Además de títulos tipo Cajas, Cruz, Círculo, Serpiente, Dos cajas y Alargado, la clave en sus obras son la combinación de materiales como hojas secas, chapa de hierro, ramas secas, papel pegado y corteza de árbol, que contribuyen a la fuerza generalizada junto con el campo formal. Fuerza, conviene recordar, que es una característica de siempre. Dos ejemplos. Cruz tiene forma de cruz y esqueleto, mientras que otra es un esqueleto con cabeza de chapa de metal. El conjunto puede definirse como un tipo de dramatismo muy bien encajado, siempre dentro de la realidad . Obra que atrapa.
Paco Rallo titula a su obra Primum ver, por Primera primavera. En efecto. Estamos ante cuadros de pequeño formato, cuadrados y rectángulos, singularizados por la fuerza en algunas obras y la generalizada alegría gracias al derroche de color acompañado por la abundante pasta y los sueltos trazos. Todo muy vital, estallante.
Acerca de Pedro J. Sanz titula al conjunto de sus dibujos como Pareidolias. Nuestra compañera de trabajo Desirèe Orus, el día de la inauguración, comentaba con absoluta precisión el significado de tan singular palabra, que luego escribió en su crítica para el Heraldo de Aragón, 5 de junio de 2014. Dice: Fenómeno psicológico que nos hace sacar parecidos en las nubes, las formas de las rocas y en este caso de los troncos de los árboles. Añadimos que en muchos diseños de baldosas.
El caso es que su obra se caracteriza por el lápiz graso sobre cartulina blanca, en plan puro, sin añadir otros elementos, al servicio de un ámbito formal repleto de imaginación, según nos tiene acostumbrados desde siempre para sus cuadros y dibujos con color. Decíamos ámbito formal como gran clave, pues tenemos una gran variedad de formas imaginadas que guardan íntima relación con el laberinto de las raíces y sus caprichosas ondulaciones y dulces quiebros. Y aquí viene el título Pareidolias, pues poco a poco, como si fueran encuentros fugaces, descubrimos en los dibujos picos de águila y un alto número de rostros. Apariciones del eterno azar. Dejamos constancia de dos esculturas de color verde oscuro, que mantienen las coordenadas de los dibujos. Muy bien resueltas, con poder.
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