Revista Crisis n 3, donde publico un articulo sobre "Arte de los nuevos medios" (pp.70-73).
http://www.erialediciones.com/revista-crisis/
Arte de los nuevos medios
Paco Rallo
El Arte no reproduce lo
visible. Lo hace visible.
Paul Klee
Una de las vertientes creativas más representativas
del Arte actual se identifica con ciertas herramientas que no son las
tradicionales; algunos creadores asumen plenamente estas posibilidades y sus
obras son la constatación del firme compromiso entre su realidad vivencial y
los avances tecnológicos y científicos que definen y marcan nuestra
civilización en este nuevo siglo. Hablamos de la utilización de estas nuevas tecnologías como instrumentos
que posibilitan la creación y pienso que, en ese sentido, no existe diferencia
alguna entre el pincel de siempre y la nueva paleta gráfica.
Hay
algo que la mayoría de los artistas actuales tenemos más que asumido: el hecho
de que la creatividad nunca puede ser constreñida por la herramienta empleada.
En este sentido, para mí es tan importante que se sigan empleando materiales y técnicas tradicionales, como el
que los artistas nos sirvamos sin dogmatismos de las nuevas técnicas
informáticas digitales en nuestro trabajo cotidiano; y lo que es aún mejor, que
se produzca una mezcla “alquímica” de ambas, tal y como sucede con frecuencia en las propuestas artísticas
actuales. No tengo ninguna duda de que, en el futuro, la validez de este
proceso enriquecedor no hará sino confirmarse y de que unas y otras sabrán
pervivir y cohabitar en el tiempo (juntas, o por separado), llegando a
retroalimentarse entre sí en aras de la creatividad, para recorrer con nuevos
bríos el amplio camino del mundo del Arte en todas sus vertientes y
manifestaciones.
Concebido como nueva herramienta de creación, el
ordenador ha conseguido estar presente actualmente en la mayoría de las disciplinas
artísticas consideradas como clásicas en el pasado siglo: la animación, la arquitectura, el cine, el collage, el dibujo, el diseño, la
escultura, la fotografía, el fotomontaje, el grabado, el happening, la ilustración, la instalación, la música, la obra
gráfica, la pintura y el vídeo.
El
término acuñado de «Arte de los Nuevos Medios» define esta tendencia que acoge aquellas obras que utilizan las
tecnologías emergentes para difundirse a través de los medios de comunicación.
Una realidad que ha sido etiquetada por nuevas denominaciones ampliamente
aceptadas e implantadas; entre ellas, solo por citar algunas: arte electrónico, escultura digital, arte fractal,
arte infografico, arte interactivo, arte multimedia, arte en la red, arte robótico, arte virtual, arte de transmisión, videoarte y un largo etcétera.
El trabajo creativo del soporte audiovisual o del electrónico o digital, cuenta para su
posterior presentación con la fascinante herramienta de Internet y sus
diferentes redes de distribución y presentación. Puede afirmarse que, en la
actualidad, el ciberespacio supone la vía más apropiada y rápida y, por tanto,
más utilizada por los artistas para difundir sus trabajos en tiempo real. Pero
no podemos olvidarnos de algunos que trabajan con otros soportes tecnológicos
de carácter innovador como pueden ser: cámaras de seguridad, sonido, videoarte,
videojuegos, portátiles, telefonía iPhone, tabletas iPad o navegadores GPS,
por citar algunos ejemplos. Estos creadores vuelcan también sus investigaciones
a través de la red y de las redes sociales, con sus blogs y páginas web, personales o especializadas; el uso de estas
tecnologías con actitud experimental, creativa y crítica, las redefine como
medios artísticos, dentro del proceso de desmaterialización que experimenta el
Arte de hoy. Como nos explica el profesor y escritor argentino Diego Levis: “El arte digital se
inserta en un proceso progresivo de desmaterialización de la obra artística que
se retrotrae a la incorporación de la fotografía al ámbito de las artes, a
finales del siglo XIX”.
Considero
que cada artista es libre de elegir aquellas herramientas que le sean más
útiles para su expresión dentro de un lenguaje propio, según las necesidades
plásticas o visuales de los proyectos afrontados. Para mí, todas son igualmente
valiosas y, personalmente, convivo con ellas sin complejos ni tabúes; las
utilizo sin distinción, desde las más clásicas hasta las más innovadoras, si se
adecúan a mis planteamientos creativos; decido la que necesito en función de
cómo deseo tratar la obra que voy a realizar. Estos útiles no son capaces de
hacer nada que uno no lleve dentro y sepa cómo expresar; por ello exigen cierto
nivel de planificación previo, saber cómo resolver técnicamente cada una de las
obras según su ulterior función, resolver sus dimensiones y los materiales que
se van a utilizar, elegir el soporte más adecuado en cada momento para que la
obra obtenga el resultado más bello posible… En este sentido, no vale la
improvisación y es vital dominar el “oficio”,
como siempre ha ocurrido. Aunque considero mucho más importante el resultado
que pueda traslucirse en la obra terminada, el hecho de que, de alguna forma,
quede impregnada en ella su “vivencialidad”,
se signifique el proceso conceptual en que has estado inmerso poniendo en juego
tu saber creativo, cultural e intelectual, con la transmisión de sensaciones e
inquietudes. Todo ello dota a la obra de vida propia, de poder de trasmisión y
comunicación, de capacidad para interactuar con el público receptor —incluso
buscando a veces la provocación y el desconcierto—, convirtiéndola, en
definitiva, en una Obra de Arte.
Estas
ideas no son nuevas para mí. Extraigo textualmente un fragmento del texto que
preparé en el año 2002 para el catálogo de mi exposición en la Fundación
Maturén en Tarazona (Zaragoza) y que considero ilustrativo sobre las
inquietudes que hoy en día siguen estimulando mi proceso creativo:
(...) El artista, el creador, ha pasado a ser un
mago-diseñador, un cleptómano icónico, objetual y un ávido recolector de
recursos que maneja desde el pensamiento. La conjunción de todos ellos puestos
al servicio de un elaborado discurso es la aportación del artista a lo que
definimos como resultado artístico.
La
decisión vital de consagrase al Arte es dura y exigente. Obliga a adquirir con
el tiempo una estructura mental provista de una adecuada coherencia estética.
Ese a veces áspero pero siempre fascinante aprendizaje, que te conduce a la
anhelada meta de ser artista, te concede el privilegio de acceder a un universo
estético propio. La actitud de ser un observador analítico, receptivo y curioso
con lo que te acontece, y el tener abiertos los seis sentidos para mostrarte sensible
y permeable hacia tu entorno vital te estimulan a avanzar más rápido en tu
camino creador, como también ayuda el ser crítico y selectivo con uno mismo y
con la obra que realizas. Porque no vale todo: hay que saber destruir para
construir otras obras, depurando los fallos cometidos, aplicando el criterio
innato que determina esa personalidad consustancial a cada artista que siempre
debe ser respetada.
Las
diferentes técnicas y los diferentes estilos han ido evolucionando, muy
despacio o muy deprisa, según las circunstancias de cada momento histórico.
Esta evolución se ha hecho posible gracias a los avances técnicos del ser
humano. Desde las primeras expresiones con pigmentos en las cuevas rupestres,
pasando por las diferentes técnicas de preparación de muros de construcción y
tablas de madera —encausto con tratamiento de ceras calientes, temple al huevo
sobre estucos de yeso, fresco—, hasta llegar al gran avance que supuso en el
Renacimiento el óleo sobre lienzo, barnices y lacas, etc., la humanidad recorrió
un largo camino de innovaciones técnicas en lo pictórico. Posteriormente, a los
pintores se les abrieron nuevos mundos con la llegada de los acrílicos,
alquídicos y resinas sintéticas. Todos ellos fueron grandes avances que
cambiaron el rumbo del Arte y que han sabido perdurar, como ya hemos comentado,
hasta la llegada del ordenador, una de las revoluciones tecnológicas de mayor
calado en las últimas décadas. Si reflexionamos en este amplio proceso de
cambios, podemos entender mejor cómo, en periodos anteriores, tuvo que ser
traumático para los artistas el adaptarse y aprender a trabajar con estos
nuevos materiales que se iban imponiendo, para proseguir inmersos en un camino
de creación que nunca cesará. Como refleja el pensamiento del artista Raúl Soldi:
“El
Arte nunca progresa, evoluciona”.
Una
de las fases más revolucionarias de este proceso evolutivo, tiene que ver con
la entrada en escena de la fotografía y el cine. A partir de ese hito, el
sentido y la función del Arte cambiaron, y los artistas fueron adaptándose
—como siempre ha ocurrido— a los nuevos medios disponibles, utilizando estas
novedosas herramientas para crear sus obras desde otras perspectivas más
integradoras y abiertas. Un nuevo y renovado esplendor alumbró el camino de la
historia del Arte con las llamadas vanguardias históricas, desde el Dadaísmo
—con sus fotomontajes, collages, décollages, ready-mades, acciones políticas y performances— a la tendencia del Pop Art, reivindicadora de una cultura comercial y popular que supo
integrar en su discurso estético el lenguaje propio de los anuncios, cómics,
revistas y reproducciones seriadas, y la utilización de técnicas también
propias de estos medios de masa, desde la gráfica a la fotografía. Así llegamos
a nuestro presente, marcado por unos modos de vida cada vez más sometidos a lo
tecnológico, campo que en sus comienzos estuvo vinculado al arte conceptual, más centrado en las
ideas que en los propios objetos, y donde encontramos como máximos exponentes
al movimiento internacional Fluxus,
con sus happenings, performances, el videoarte y la música
electrónica o concreta. Ellos son los grandes pioneros de todo lo que se ha
generado posteriormente hasta llegar a esta nueva coyuntura en que hoy nos
hallamos inmersos, donde el «Arte de los Nuevos Medios» no da nada por supuesto
o por cerrado, y todo está por hacer…
Salud¬¬Os
ResponderEliminarHay que probar, Hay que proponer -hay que manejar Software
y si es libre; Mucho mejor
La decisión vital de consagrase al Arte es dura y exigente
- Aprovecho tu frase para decir; que acepto todos los portatiles que querais desechar
el que se para; la caga Un abrazo